Carta de Jamaica y Bolívar - Simón Bolívar y José Martí
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Desde siempre hemos sabido del talento militar de Simón Bolívar, de su valor en el campo de batalla, de su férrea voluntad por conseguir la libertad de las naciones americanas. Este texto da cuenta de otra faceta, menos conocida: sus dotes de estadista, su brillante inteligencia, su claridad expositiva, su lógica. Aquí no se trata solo de una aproximación lúcida y profunda a la situación de las colonias americanas, sino a la personalidad, el talante, la inteligencia del Libertador.

“El suceso coronará nuestros esfuerzos; porque el destino de América se ha fijado irrevocablemente; el lazo que la unía a la España está cortado; la opinión era toda su fuerza; por ella se estrechaban mutuamente las partes de aquella inmensa monarquía; lo que antes las enlazaba ya las divide; más grande es el odio que nos ha inspirado la Península que el mar que nos separa de ella; menos difícil es unir los dos continentes, que reconciliar los espíritus de ambos países. El hábito a la obediencia; un comercio de intereses, de luces, de religión; una recíproca benevolencia; una tierna solicitud por la cuna y la gloria de nuestros padres; en fin, todo lo que formaba nuestra esperanza nos venía de España. De aquí nacía un principio de adhesión que parecía eterno, no obstante que la inconducta de nuestros dominadores relajaba esta simpatía; o, por mejor decir, este apego forzado por el imperio de la dominación. Al presente sucede lo contrario: la muerte, el deshonor, cuanto es nocivo, nos amenaza y tememos; todo lo sufrimos de esa desnaturalizada madrastra. El velo se ha rasgado; ya hemos visto la luz y se nos quiere volver a las tinieblas; se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, la América combate con despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria.”
……………
De otro lado, las páginas de José Martí son un exaltado y bello tributo a Bolívar, el hombre al que debemos nuestra libertad. Como es usual en él, Martí da cuenta de la admiración, el fervor con el que ve a aquel que en su concepto es el mejor de los americanos. A Simón Bolívar, quien encarna todas las virtudes de esta tierra.

“Como los montes era él ancho en la base, con las raíces en las del mundo, y por la cumbre enhiesto y afilado, como para penetrar mejor en el cielo rebelde. Se le ve golpeando, con el sable de puño de oro, en las puertas de la gloria. Cree en el cielo, en los dioses, en los inmortales, en el dios de Colombia, en el genio de América y en su destino. Su gloria lo circunda, inflama y arrebata. Vencer, ¿no es el sello de la divinidad?; ¿vencer a los hombres, a los ríos hinchados, a los volcanes, a los siglos, a la Naturaleza?” José Martí