Este es un relato que retrata la ciudad bogotana del siglo XIX. Aunque tiene casi 200 de antigüedad, es un texto que puede sentirse cercano al lector de hoy, pues cuenta con una narración rica en diálogos y muy pintoresca. No hay que olvidar que Eugenio Díaz fue un excelente escritor costumbrista, que nos dejó esa otra gran obra de la literatura colombiana decimonónica: Manuela.